domingo, 13 de noviembre de 2011

BRUGUERITA MON AMOUR


La pasión que siento por todo lo Brugueril hoy ha aumentado un poquito más: estos días me estoy leyendo una novelita barata de bolsillo editada por Bruguera (me imagino que) en los años 50. La historia es de ciencia-ficción, y en el capítulo que me estaba leyendo ahora se ha organizado una tangana, han tenido que ponerse chungos, y uno ha sacado un arma de fuego para defenderse. La típica pistolita de dispara rayos. La bruguerita llega fuerte cuando he leído:

Gassman terminó por levantarse, ya empuñando un arma de rayos "Lasser".

Así, entrecomillado y con mayúsculas, como un nombre propio: el arma de rayos "Lasser".
Siempre me pone bastante a tono cuando en una novela o en un cómic de Bruguera leo una palabra en ese momento "moderna", con la que no tienen huevos de jugársela. Palabras que hay que darles de comer a parte; el universo Bruguera está lleno:

Jefe, tengo que excusarme un momento. Necesito visitar el "W.C.".
Los niños se han quedado hipnotizados con esta nueva "tele" en color.
¡"Horreur"!
Lo vamos a pasar "bomba" con esta peli; es un "western".

Incluso con nombres propios que no son nada incorrecto, pero que no están en la RAE: es un muchacho muy apuesto, me recuerda a "Gary Cooper".

Lenguaje transgresor Bruguera, otro de sus muchos secretos que les llevaron a lo más alto.

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