STOP

Me prometí a mí mismo al abrir este blog, allá por el año 1998, que aquí no se iba a hablar de política, que este no es el ágora en el que decidir cómo pensar o a quién votar, que no caería en la trampa facilona de crear polémica y enfrentar colores de banderas; no, ese no soy yo. Esta no es la arena de la que está hecha el Forjando, los que me conocéis lo sabéis bien.
Pero desayunando el otro día vi algo que no me puedo callar: una fotografía en el cartón de leche que me hizo escupir el café que tenía ese momento en la boca. Estoy hablando de esta barbaridad:

¡¡ALTERAN GENÉTICAMENTE LAS POBRES VACAS PARA QUE SUS MANCHAS TENGAN FORMA DE CATALUNYA!!
Ya puedes pensar como te dé la gana, defender la patria que te parezca mejor defender, votar a quien te salga de las narices... que mientras no hagas daño a nadie yo te voy a seguir invitando al bautizo de mis hijos. Pero no toques a los animales. ¡Ellos no saben! ¡NO VOTAN Y NO SE PUEDEN DEFENDER! ¡Hasta la pobre vaquita hija tiene el tatuaje genético del Doctor Mengele! ¿Qué será lo siguiente?
Personalmente, yo trazo la línea aquí. STOP.