lunes, 23 de febrero de 2009

HISTORIA DEL CINE

Esa vieja idea del cine de acción:
Esa escena tan utilizada en la que los esbirros del villano entran en el edificio disfrazados (muy bien disfrazados) de policías, de agentes del bien, y cuando consiguen la confianza del otro lo liquidan de un plumazo. Y normalmente es un bedel o algo por el estilo, un pobre diablo.
Eso que estamos tan cansados de ver, no? Pues yo pienso que la primera vez que se utilizó este recurso el público debió de horrorizarse de una forma muy pura. Un susto seco como una nuez.


1 comentario:

  1. Es un buen apunte, pero hay que tener en cuenta que en muchas partes del mundo, incluso aquí mismo hace no tanto tiempo, el uniforme de policía no era sinónimo de buena persona y el susto no habría sido tan seco.

    El susto seco, seco hubiera sido que la guardia civil te prestara el dinero que te falta para el metro, revolviéndote luego el pelo, como un abuelo.

    PD: Iba a comentar disfrazado de Miguel Noguera, pero no me deja. Una pena porque hubiera sido un buen truco, muy de disfraz y disparo por la espalda. El fondo en la forma y todo ese lío.

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