sábado, 7 de febrero de 2009

LA TRILOGÍA DE LO TERRIBLE


Acabo de ver el monólogo de una chica humorista, en el que ha hablado de que ella no manda dinero al Tercer Mundo, sino que manda cosas. Por ejemplo, películas en DVD.
Claro, esta idea tan despiadada a la gente ya le ha hecho gracia de por sí, pero ella ha querido darle una vuelta más y ha comentado la respuesta que recibió: "Gracias, ha habido DVD's para todo el mundo. Estaban deliciosos", con lo que el chiste ya se ha hecho. La gente se ha reído a gusto entendiendo que las personas necesitadas terminaban comiéndose los DVD's.
Por supuesto es una locura tomárselo en serio, es solo un chiste absurdo, pero si lo pensáis es una auténtica barbaridad, ¿no? Intentad sólo pensar en cómo os comeríais un DVD. ¿Por dónde empezar, o cómo empezar? El papel satinado de la portada y la sinopsis de la peli es lo único que puedo llegar a imaginar como mínimamente compatible con la idea de comer. La caja es una estupidez, la descarto.
Pero vamos a lo que hace más gracia imaginarse del gag de la chica: comerse el disco. Yo lo he pensado un rato y he llegado a la conclusión de que lo mejor es partirlo en trozos y metértelos en la boca por separado, y mantenerlos ahí, sin morder ni nada, solo chupando, como una pastilla para la tos. Con la idea de que se van a deshacer. Masticar y tratar de tragar es un suicidio claro. Incluso para quien malinterprete un DVD y se crea que es para comer. Además, ¿cómo? Si es algo completamente plano. Tendría que colocarlo en posición vertical entre las muelas de arriba y de abajo, y apretar muy fuerte. Y si saliese bien sería una carnicería. Lo mejor es ir lamiendo hasta que se borre lo que hay impreso en él. Entenderlo como un entretenimiento para la boca, como un chicle. Además, el mensaje decía "estaban deliciosos", es compatible con lo que propongo.
Pero de todas formas, si rompes un DVD lo más seguro es que te salgan trozos triangulares, figuras finas y afiladas que lo menos prudente que puedes hacer con ellas es metértelas en la boca. Pasar solo 5 minutos con eso en la boca como si fuera una Juanola ya es un riesgo digno de enfermo mental. Imaginad un señor que tiene por rutina pasarse las tardes con un trozo de DVD en la boca. Sus compañeros de trabajo entienden que es un caramelo, pero en realidad el tío está jugando extremo. Cualquier movimiento en falso puede joderle bien el cuerpo.

¿Y todas esas veces que en Mortadelo y Filemón, como castigo, se obligaban a comer objetos mucho más complejos? Filemón obliga a Mortadelo a comerse una tele, o una nevera, o una colección de libros... A veces incluso se veía a la víctima con una servilleta al cuello, como si algo de eso le pudiese manchar.
¡Madre mía, podríamos estar todo el día con esto!

2 comentarios:

  1. Ha ha ha!, me he reído a gusto con esta entrada, sobre todo con la alusión final a Mortadelo y Filemón. (Es más fácil comentar desde la idiotez)

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  2. Es cierto, la servilleta al cuello no hacía falta para nada.

    Y los DVD, no sé, a lo mejor se ablandan mojándolos en leche. Como las galletas Codan. La solución del lamido es buena, además con un palo ya serían como piruletas. Volviendo a lo de la leche, pueden venderse también como un derivado del donut, por ejemplo, cecina de donut.

    No sé. Algo pasaría también con los reflejos arco iris del DVD. Eso no puede caer en saco roto.

    PD: No me suelo acojonar, pero estoy preocupado por el reto ese de "Muy bien. Juguemos" Es muy de forjar Texas, desde luego. Muy de llevar la mano cerca del revólver y la cara cubierta con el pañuelo, y sólo dejar ver los ojos.

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