Esta vez son tres bolas de una misma rebanada, ya veréis. Tres fases de un mismo arco de personalidad.
1. Más o menos en el año 2003 se emitía con un éxito casi mesiánico un programa que observaba y destacaba tendencias del momento, tanto en moda como en música, cine, arte, etc., a través de entrevistas. Yo acababa de comprar el libro de dicho programa como regalo de cumpleaños para una amiga mientras paseaba por el centro con un amigo que estaba directamente obsesionado con la presentadora de este magazín.
La casualidad loca fue encontrarnos con ella, grabando una de sus intervenciones, delante de un museo de arte contemporáneo. Todo cuadraba: a mí me podría firmar el libro, dándole un valor añadido único, y mi amigo tenía la oportunidad de acercarse de alguna forma real a ella. Pero por alguna razón que todavía hoy no comprendo, mi amigo me pidió que antes quería comprar una cerveza en un colmado, ahí delante.
Pero al salir del local, con la actitud y el bolígrafo preparados, el equipo de televisión ya había desaparecido.
2. En el año 2007, a Esteban Navarro y a mí mismo nos entrevistaron en el programa en cuestión, pero no llegamos a conocer a la presentadora. Fue un año después, cuando el programa dejó de emitir y nosotros fuimos amablemente invitados a su fiesta de despedida, donde pude hablar y hasta bailar con ella.
Llegamos incluso a compartir barra de bar, donde ella se puso un poco agresiva con un camarero extranjero que le comunicaba que el tiempo de la bebida gratis se había agotado, y no entendía porqué tenía que seguir sirviéndole a ella a cambio de nada.
3. Hace unas semanas, se celebró un cumpleaños al que no pude asistir, pero al que sí fueron Esteban y esta misma presentadora (trabajando ya en un nuevo programa). Él, ella y alguien más estuvieron hablando de todo un poco, vaso en mano, sentados en la cama del anfitrión de la fiesta. En un momento dado, la chica se excusó para ir al baño, y Esteban se quedó apurando su vaso despistadamente, hasta que descubrió una mancha de sangre en la colcha, unos centímetros de donde él estaba sentado. En la habitación, claro, llegaron a la embarazosa conclusión: la joven presentadora había traspasado su ropa y manchado la cama con su propia menstruación.
Esa mancha, según me contó Esteban, tenía la forma de África.
lunes, 4 de mayo de 2009
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Ufff, menudo desenlace, y cómo juega Xavier al despiste con tanta fotografía, buff, pero qué jodido si luego ella volvió a la habitación y vio el perfil de África, pero ¡si todos sabemos que se trata de Ana Blanco!.
ResponderEliminar(No mencionar nada de la polémica de "partir una chaqueta")
La mancha en forma de la isla de MADAGASCAR la puso Esteban.
ResponderEliminarLa idea de perder una oportunidad única por culpa de la necesidad perentoria de comprar antes una cerveza en un colmado.
ResponderEliminarCreo que tenía algo que ver con los nervios de mi amigo, no sé. Hacerse el macho. Mi amigo el seductor.
ResponderEliminar-Oye ¿sabes que a Roberto le cagaron el muñeco el viernes?
ResponderEliminar-Si,si, pero eso no es nada, Ana Blanco PINTÓ ROJO.