La verdad es que me hizo una ilusión increíble, pero lo que más me ha entusiasmado ha sido ir descubriendo que es un regalo que funciona a distintos niveles, con distintas capas, como una cebolla:
1. El nivel estándard de regalo: como simpático fetiche con el que a partir de hoy me voy a tomar todos los cafés en mi casa, convirtiéndome en uno de estos neuróticos que ensalzan su taza o su baso o su servilleta como un objeto sagrado, y entran en cólera si alguien más los utiliza, al más puro estilo Silvio José.
2. El nivel conceptual, referencial: claro, como idea es bastante potente; es curioso tomar café de una taza personalizada por un personaje que precisamente se distingue por ser un apasionado del café. Es algo que guarda mucho sentido (estoy tomando café, tal como el Agente Cooper me ha enseñado, y para colmo con su cara en la taza; me siento extrañamente más cerca de él) pero a la vez es una auténtica locura, puesto que el Agente Cooper jamás bebería café de esta taza. ¿Os imagináis? Provocaría un colapso narrativo muy raro, no?
3. El nivel mítico: hoy la he estrenado, me estoy tomando un café con ella mientras estudio. Y de repente he descubierto algo aterrador: como la cara de Cooper está de cara a mí cuando bebo, las gotitas de café caen y resbalan por encima de él, de manera que cuando se secan puede llegar a parecer talmente como si el Agente Cooper esté llorando café.
Precisamente él, no? Como una virgen llorando sangre, claro, Cooper lloraría café. Se me han erizado los pelos.
Estoy impaciente por seguir descubriendo significados y sensaciones a través de este objeto. Ahora lo voy a poner a lavar a ver qué pasa.
¡La virgen!
ResponderEliminarSi, seria una verdadera jodienda espacio-temporal, Que Cooper tomara café en una taza con su cara y con Diane. Si la lavas, Cooper se despeina.
Perdona, eh. Menuda invasión, meterse en un blog ajeno sin antes llamar, como entrar en casa de alguien sin conocerle, y asaltar su lavavajillas.
"EL LIBRO DE JUDIT MASCÓ"
ResponderEliminarJeje, muy agudo Filas, qué vista.
ResponderEliminarPero lo que no has visto es el Mighty Max que hay en el extremo izquierdo de la foto. Ja! He conseguido PARTIR UN MIGHTY MAX, qué te parece la jugada?
Y... ah! Furual! Bienvenido a la fiesta!
Que el agente Cooper tomara café en una taza con su cara sería algo así como que Jesucristo resucitara y apareciera ante los apóstoles con un crucifijo (y la imagen de él mismo crucificado) colgado al cuello. El merchandising, chicos. El marchandising. Así habría empezado todo.
ResponderEliminarMuy bueno el blog, me pasaré por aquí siempre que me dejen.
La foto de Da Coop se te va a despegar toda en dos días y ya no habrá juego que valga, ¿qué harás entonces Mario?, recurriras al viejo Filas, pero Filas ya está cansado de ti, ¿entonces?, tira la toalla Mario y ponte de una vez con esos vídeos sobre la ciudad de Barcelona, déjate de hostias.
ResponderEliminarPfffjajajaja... Miguel, lo de tu WIJA sí que es un gigante con pies de barro. Eso sí será un bulto peligroso y difícil de escurrir.
ResponderEliminarSe ve que ya hay padres de bloggeros que investigando quién coño hay detrás de tu blog infernal. Te van a freír a denúncias, rico.
Ya no estamos hablando de Filas, no... SE TRATA DE PADRES.
Miguel Noguera aconseja al joven Xabi que se escape del arte conceptual. El joven xabi en sus mejores ratos se parte la caja del Arte.
ResponderEliminarEL Arte visto como lo que es, una lágrima de café, que recorre la cara del joven y el viejo.
Demasiado, joder! aplausos, aplausos!
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