miércoles, 3 de junio de 2009

Una biblioteca en verano. Resulta que esa biblioteca está hasta los topes, con todos los sitios ocupados y de vez en cuando alguien orbitando a ver si encuentra un lugar. Se respira ese ambiente de silencio absoluto y mucho ruido a la vez; ruido de folios, movimiento de sillas, gomas de carpeta...
La cosa es que todas estas personas son chicas, y lo grave es que todas son guapas. Por la tarde la biblioteca se llena de chicas guapas y nada más. Y no solo eso, sino que todas tienen un tipo distinto de guapura. Se pueden ver desde rubias de belleza clásica, a chicas alternativas de atractivo decadente; algunas con cara amable y ropas new age, otras con actitud agresiva de modelo profesional; morenas de playa, de aspecto conservador, con el pelo como un chico, de color tropical, delgadas, gordas, con gafas, sin gafas... y todas guapas. Es como la caja Caran D'Ache de veinteañeras atractivas.
Veo como dos se acercan desde la puerta, atravesando toda la sala lentamente. Van susurrando, y lo que una le acaba de decir a la otra debe de ser tan brutal que esta, la que lo escucha, cruza toda la biblioteca con la boca muy abierta y los ojos como huevos, mirando a ninguna parte. Ya no dice nada, ya no cambia la expresión hasta que llega a su sitio.

1 comentario:

  1. jajajajaj
    buena cosecha la tuya de hoy, pero.-...-.-.- no creo q en toda una buiblioteca solo existan bellezas femeninas..eso es imposible......no confio en ello. Y si fuera de veras cierto, este seria tu mejor escenario para pasar el dia, no pues!¿?
    ai marranot quan et toqui el titot.

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