DINERO IMBÉCIL. WILL FERRELL

1.
"Y ya se sabe que si al imbécil le das dinero, entonces te sale el facha."
Esto lo decía Pepe Rubianes en Rubianes solamente.

2.
En los ochenta se hicieron pelis muy chulas de niños dentro del cuerpo de adultos.



En los noventa se puso de moda hacer comedias sobre niños controlando y manipulando a adultos.



Desde hace décadas la comedia lleva fijándose en lo que una mente calenturienta, infantil, haría con un capital importante a su disposición.
Pero en la última década, la de los 2000, las comedias se dejan de hostias y van a la raíz: historias de personajes adultos completamente idiotas pero con mucho poder, muchísimo dinero, y ninguna moraleja. Y aquí tenemos al especialista en este subgénero, sin duda el comediante que más admiro del planeta, Will Ferrell.



Sus comedias más potentes, todas rodadas por Adam McKay, son:

- The Anchorman, en la que interpreta a Ron Burgundy, el portavoz de San Diego, un presentador de las noticias carismático y campechano, pero completamente imbécil y rodeado de más imbéciles.
La mejor escena para entender el espíritu de lo que intento explicar diría que es aquella en la que le escriben a traición "Que te jodan, San Diego" en el teleprompter (después de haber explicado que Ron jamás repara en nada de lo que comunica, simplemente lee lo que va saliendo por la pantallita). Después de decir las palabras prohibidas en directo todo el mundo se queda horrorizado excepto él, que bebe un trago, y sigue con su día con alegría, incluso canturrea despidiéndose de sus colegas después de una jornada más.



- En Talladega Nights es Bobby Ricky, el corredor de Nascar más rápido y hábil del país, absolutamente paleto y sin estudios. En este caso, la peli está llena hasta los topes de ideas, momentos y escenas cojonudas de lo que pasaría si se le diese una cantidad exagerada de dinero a un gilipollas. Vive con su familia en una mansión inmensa, en la que se reunen todos a comer alrededor de una mesa enorme llena hasta los topes únicamente de comida del KFC y botellas de Coca Cola de dos litros, y Gatorade le paga un plus si menciona la marca al bendecir la mesa (aunque eso sólo quede en la intimidad de su familia). O el coche de carreras con tantos sponsors que tiene que utilizar también el espacio del cristal, tapándole parcialmente la visión.
Esta peli en concreto fue una gran inspiración para mí mientras estábamos haciendo Llamadme Claudia.



- Y finalmente Step Brothers, que sería como la versión sucia y realista de Big. Dos tipos de 40 años que se niegan a marcharse del bienestar de clase alta a cambio de nada que les ofrece la casa de sus padres se conocen y descubren que están hechos el uno para el otro. Que coleccionan objetos de potencia como figuritas de lobos o una katana samurai firmada por un concursante del Operación Triunfo americano (me lo encontré, y lo único que tenía era esta espada, y no vas a quedarte sin pedirle un autógrafo, no?). O que le pregunten a su padre si pueden coger ropa de su armario para ir a unas entrevistas de trabajo, y piensen "si tenemos que ir elegantes, ¿por qué no nos vestimos de boda?", y se presenten vestidos con smoking.
En definitiva, está reventada de momentos y diálogos que captan el espíritu más puro de Silvio José de Paco Alcázar como ninguna otra peli ha sabido hacerlo antes.



3.
Es curioso que toda esta nueva comedia característica de principios del siglo XXI, mucho más agresiva (dinero + poder + mentalidad infantil = diversión extrema) sea criticada de chorra cuando la verdad es que es tan realista que da escalofríos.
Es de una lógica aplastante que precisamente la década de esta nueva comedia haya coincidido con los mandatos del presidente más Ferrell de la historia americana, el paradigma del personaje Ferrelliano:



Ahora mucho Obama, mucho Facebook, pero... ¿no tenía algo como muy puro y salvaje que este tío fuese el jefe de todo el tinglado durante casi toda una década? ¿No podría ser la peli definitiva de Will Ferrell?