Al ver este anuncio
me he acordado del concepto de chepo. Era la forma que teníamos en el colegio de referirnos a los balonazos, y ahora me doy cuenta de que no sirve si no es un balón de fútbol. Es decir, nunca podrá existir el "chepo de golf", no se entiende.
El chepo, además, conlleva una intención sádica. Si se te escapa la pelota y le das a alguien sin querer, eso no es un chepo, es solo un error. El chepo consiste en utilizar el balón como arma, como bala de cañón, y os juro que se han llegado a hacer auténticas filigranas con esta idea. "Le pegaron un chepo" o, cuidado, "le cheparon en toda la cara".
Chepar. También valía como verbo.
Había un tío en mi clase, Manuel Parente, que era un especialista en este imaginario de tortura escolar. Lo llamábamos el Párent.
El anuncio de Gillette vendría a ser la versión fina de Párent, no?
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En mi pueblo (provincia de Alicante) a eso le llamábamos "tafa" o "tafarrut". Jugar al tafa, hincharse a balonazos. Incluso había un cántico: "Tafarrut, tafarrut, qui no jugue está perdut".
ResponderEliminarel juego de chepa, era chepo en femení.
ResponderEliminarque rebelde tio el chepo, xo como dolían.
tb se aceptaba una chepa con una bola de plata, con algún que otro resto de miga de bocadillo dela mañana. eso si que era un auténtico chepo asqueroso.
Los chepos. Después de jugar al cannonball, día de luto en La Farga.
ResponderEliminarJoder, sí. En mi cole corría la leyenda de que un niño se había quedado paralítico de un chepo muy certero en la espalda. Mi pánico a los chepos era grande.
ResponderEliminar¿Y qué me dices de la sensación de recibir un impacto de pelota bien fuerte en la cara SIN PREVISIÓN ALGUNA? Alguna vez me pasó. Un balonazo potente como un mazazo en mitad de una conversación, o comiendo el bocata, sin verlo ni venir. Uá. Eso era como volver a nacer.
Coño, ¿así que todos los de Barcelona también le llamábais "chepo"?
ResponderEliminarÁlvarez, ¿y qué me dices de recibir un chepo con un balón de básket? Duelen el triple y tienen una sonoridad más elegante, eh? Como de tener "aire de metal" dentro, no? Como si tuviesen una pequeña alma, que sonaba como a "weng!".
HA HA HA HA, ESTA SI QUE HA SIDO UNA BUENA PARTIDA, TODO MUY BIEN, LOS COMENTARIOS... TODO EL PAC.
ResponderEliminarASÍ TENDRÍA QUE FUNCIONAR INTERNET, NADA DE HOTMAILS NI FACEBOOKS, NADA DE BILLETES DE AVIÓN POR INTERNET, NADA DE EBAYS. SÓLO BLOGS COMO ESTE FORJANDO TEXAS QUE YA ESTÁ ECHANDO PAPADA.
CUANDO ERA PEQUEÑO, EN MALLORCA LO LLAMABAN "BALONAZO", HA HA HA.
El chepo al bocata. Especialitat del meu cole. L'objectiu, diana a l'esmorzar. Requeria punteria, no picava, era tortura psicològica, molt sútil. Sensació d'impotència, aquell fuet desperdigat, i tu encara amb l'últim mos a la boca mirant-lo entre llàgrimes. I ara volen que siguem amics al facebook, sí, claro.
ResponderEliminarSí. El chepo era el juego tradicional y por excelencia en barcelona. En mi cole corría la leyenda urbana de que en el colegio "Aula" ya no salían al patio porque, una vez, cheparon nada más y nada menos que al director dándole (chepándole) casualmente en toda la cara. Ahora viene lo mejor: se dice que el director llevaba gafas y los cristales se le clavaron en los ojos provocándole una ceguera total. Y por eso, ahora, los patios del "aula" son fantasmagóricos. Por culpa del chepo.
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