En el avión de vuelta de Ibiza, Esteban descubrió que dos filas delante nuestro teníamos sentada a Elsa Anka.
Eso me hizo buscar youtubes suyos al volver a casa. Y me topé con este vídeo petado:
El vídeo me ha hecho pensar en esa época, que debía de ser la mitad de los años noventa. La década más derrochadora del siglo más derrochador de la historia de la humanidad, no creéis? Pensar que Elsa estuvo ni que fuese por un momento en el ojo de ese huracán, y se pudo permitir perlas como esta.
Al terminar esa década el mundo se dio cuenta de que había reventado los plomos, y empezó la marcha atrás. Ser rico hoy en día debe de ser divertido, pero nada que ver con hace quince años, no? Entonces todo era más extremo, menos natural, más contaminante... No existía (o nadie se planteaba en serio) el reciclaje, el calentamiento global, las RSC...
No sé, me ha salido una especie de nostalgia por ese ritmo de vida tan malo pero a la vez tan divertido. Un ritmo de lancha a toda pastilla.
PD: por otra parte, cuando el avión aterrizó, en ese rato tan aburrido de estar de pie pero sin poder moverte, decidí mirarla muy fijamente sin parar. Vi que sería el único rato que compartiría algo con Elsa Anka, así que decidí mirarla todo lo posible, sin disimular. Hasta el punto en que llegó a bajar la cabeza para ocultar la cara con su sombrero, y ¡coger unas revistas para taparse las tetas!
sábado, 15 de agosto de 2009
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